INFANTIL


¿CÓMO TRABAJAR LA MÚSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL?.


 La Educación Musical es un aspecto muy importante en el desarrollo infantil, y se puede trabajar desde diferentes enfoques y a través de infinidad de actividades debido al principio de globalización de la educación. Esta perspectiva nos indica que no debemos separar ni jerarquizar las enseñanzas, sino trabajarlas de forma integral.

 Por esta razón, al ejercitar la psicomotricidad, por ejemplo, lo podemos hacer con una actividad al ritmo de algunos instrumentos musicales, favoreciendo así el contacto con distintos timbres, sonidos de percusión o de viento, diferenciar distintas intensidades…Se podría realizar sobre este juego variables del siguiente tipo:

_ Danzar libremente por el aula o lugar donde se realice la actividad acompañados por el sonido de unas maracas.
_ Correr o ir muy despacio hasta incluso pararnos a modo de estatua, siguiendo la velocidad de los golpes de una pandereta.
_ Realizar un cuento motor en el que introduciremos lluvia (agitar de maracas), truenos (golpes de pandereta), campanas (triángulos)…y todas las demás posibilidades que nos ofrece la imaginación.

 De esta forma el desarrollo musical y el psicomotor se pueden trabajar en armonía y de una forma muy práctica y directa, potenciando la adquisición del esquema corporal en el niño, que es un concepto muy completo referente a la conciencia de nuestro propio cuerpo y de todas las posibilidades y limitaciones que éste nos ofrece.

 En esta misma línea, encontramos un juego que divierte mucho a los niños, llamado “Hago música con mi cuerpo”. En él, la idea principal sería marcar distintos ritmos con las palmas, los pies y la boca e interpretarlos posteriormente.

 Una variante sería realizar todos los sonidos que podamos con nuestro propio cuerpo: con los dedos, la lengua, los dientes…y dejar que sean ellos quienes aporten nuevas ideas. Es muy importante comprender la curiosidad innata de exploración que se posee desde el nacimiento y lo fascinante que resulta a esa edad descubrir las distintas características del entorno por sí mismo. A partir del contacto con los objetos, el ensayo y el juego se abre un abanico de posibilidades físicas (color, textura, forma…), entre las que incluimos, por supuesto, el sonido.
  
 Otra opción sería realizar un musicograma en la pizarra para que los alumnos lo sigan. Podríamos definir el musicograma como una interpretación de la música mediante dibujos. Así, pintando dos manos y un pie, por ejemplo, representaríamos dos palmadas y un golpe de zapato, creando de esta forma diferentes melodías además de permitir adquirir la noción de lectura musical.

 Existen dos formas distintas de utilizar el musicograma en clase:
    Una es a través de dibujos que representen una narración o apoyen diferentes momentos o sucesos de la misma.
    Y otra es dibujar símbolos que hacen referencia a distintos elementos de la música. 
 Unos ejemplos gráficos podrían ser los siguientes:
 
  En estos ejemplos se alternan imágenes que representan a palmadas, golpes con los pies, maracas, platillos y silencios, de esta forma van aprendiendo a reconocer la grafía del silencio, la clave de sol, distintos instrumentos…para comenzar interpretando poco a poco sencillas partituras musicales.

  Los maestros debemos ser conscientes de que el desarrollo musical es un aspecto muy importante en la expresión del pequeño y que existen tantas actividades que favorecen el conocimiento musical en la infancia como todas las que nos ofrecen la imaginación y la creatividad. Desde las canciones, hasta fabricar nuestros propios instrumentos de reciclaje, poner música clásica para determinados momentos del aula, creando así una rutina diaria que acompañe a diferentes hábitos del día, como son el momento para el trabajo individual, la hora del desayuno, juego por rincones…, bailar al son de distintas músicas…etc. Todas estas posibilidades de actividad no necesitan gran cantidad de instrumentos ni de infraestructuras, lo realmente importante es saber sacar partido a las posibilidades con las que contamos e imaginar distintas soluciones.

  En esta línea podemos destacar el reciclaje como una actividad muy positiva en Educación Infantil, ya que construir instrumentos musicales despierta por completo el interés del niño (al ser algo nuevo para ellos el crear con objetos que habitualmente desechan en casa), capta su atención y participación, ya que son protagonistas de todo el proceso (pedir colaboración a la familia y aportar ellos mismos los materiales) y favorece la motivación. Este último aspecto es muy destacable pues, además de fabricar algo nuevo, les encanta la idea de fabricarlo para ellos mismos, su propio juguete para explorar, sumado al hecho de que divertirse haciendo sonar distintos elementos no suponga ningún problema (a diferencia de lo que pueda ocurrir habitualmente en el hogar si el niño realiza una exploración independiente del ritmo golpeando una cazuela, por ejemplo) y además esta producción sonora sea parte del ejercicio. De esta manera, descubrirán de forma instintiva, lúdica y natural el sonido y sus distintos parámetros, que son:
  
§  Intensidad.
§  Timbre.
§  Altura.
§  Duración.

 Algunos instrumentos musicales que podríamos fabricar para un taller de reciclaje serían: 

v  Maracas: se realiza metiendo semillas, lentejas, arroz, pequeños objetos…dentro de un envase, como una botella de plástico vacía.
v  Castañuelas: podemos imitar unas castañuelas haciendo sonar dos cucharas de plástico.
v  Triángulo: golpeando un objeto metálico con otro más fino, como por ejemplo una varita de metal contra una herradura.
v   Carrillones: colocando varias botellas llenas de líquido a media altura.

 No debemos olvidar que al crear nuestro taller de instrumentos caseros potenciamos uno de los temas transversales de la Educación Infantil como es “Educación para el Medio Ambiente”, favoreciendo además la conciencia de reutilizar objetos con nuevas finalidades y el respeto y cuidado del entorno y la Naturaleza.

 Una educación global persigue un desarrollo completo en los alumnos, por ello se debe favorecer el conocimiento musical en todos los ámbitos educativos y una utilización provechosa de los distintos y numerosos recursos didácticos:

o       Canciones.
o       Textos orales (nanas, retahílas, adivinanzas, poesías, cuentos, refranes…).
o       Exploración de la voz, sonidos realizados con nuestro cuerpo (chasquidos…).
o       Audiciones.
o       Danzas.
o       Juegos musicales de distinto tipo (psicomotor…).

 Lo que nunca se debe hacer como educador es limitarse a las posibilidades materiales con las que contamos, sino que es nuestro deber explorar y enfocar la música como lo que es, un campo de trabajo demasiado amplio como para restringirlo a contados momentos semanales, sino que debemos concebirlo justamente como un lenguaje y una forma de expresión de sentimientos y emociones, además de una fuente de actividades y juegos.

 En definitiva, la Educación Musical es un aspecto básico para el objetivo principal de la educación, es decir, el desarrollo integral del niño.´

¿Qué contenidos se trabajarán durante esta etapa (0 a 6 años)?
Conceptos. (que van a saber…)
1. Ruido, silencio, música, canción.
2. Las propiedades sonoras del cuerpo, de los objetos de su uso cotidiano, de instrumentos musicales.
3. Canciones del folclore, canciones contemporáneas, danzas populares, bailes,…
· Procedimientos. (que van a saber hacer…)
1. Discriminación de los contrastes básicos, largo-corto, agudo-grave, fuerte-suave, subida-bajada, imitación de sonidos individuales.
2. Interpretación de un repertorio de canciones sencillas siguiendo el ritmo y la melodía.
3. Participación en el canto en grupo y respeto a las indicaciones gestuales que lo modulan.
4. Exploración de las propiedades sonoras del propio cuerpo, de objetos cotidianos, de instrumentos musicales y producción de sonidos y ritmos sencillos.
5. Participación en danzas sencillas con iniciativa, gracia y precisión de movimientos.
6. Utilización adecuada de instrumentos musicales sencillos para acompañar el canto, la danza, el movimiento.
· Actitudes. (Qué van a valorar)
1. Disfrute con el canto, el baile, la danza y la interpretación musical.
2. Actitud relajada y atenta durante las audiciones seleccionadas y disponibilidad para escuchar piezas nuevas.
3. Valoración e interés por el folclore del ambiente cultural al que pertenece.
Con todo ello se pretende que el niño y la niña adquieran una progresiva capacidad para servirse de este procedimiento de expresión y representación al servicio de los objetivos educativos generales.
¿Cómo podemos trabajar la expresión musical?
Interesa que aprendan a utilizar su propia voz como instrumento, a cantar siguiendo el ritmo y la entonación, a aprovechar los recursos sonoros y musicales del propio cuerpo, de objetos habituales y de instrumentos musicales simples, a moverse con el ritmo de las canciones, etc.
Lo importante es que el niño disfrute, explore, elabore, se exprese, y que utilice para ello las posibilidades que le ofrece su cuerpo, los diversos materiales que se están tratando y las técnicas que a ellos se asocian.
Pero la expresión musical en educación infantil no es una actividad aislada. Se une con la expresión corporal, con la expresión oral y escrita, y en definitiva con todas las áreas y aspectos de la educación infantil puesto que en esta etapa la educación pretende ser globalizada antendiendo a las características de los niños y niñas.
¿Qué recursos podemos utilizar?
– Distintos tipos de música para las audiciones: de otras culturas, tradicionales, del folclore popular, música exótica. Música clásica (especialmente las más rítmicas y fácilmente reconocibles, por ejemplo la de Haynd, Vivaldi, Mozart…). Música de Jazz, Rock, Baladas, Pop.
– Instrumentos naturales generadores de sonidos: corchos, conchas, vidrio, cañas, maderas, piedras…
 Materiales para construir instrumentos musicales: botes, latas, cajas con materiales diversos en su interior para producir sonidos diferentes. Serrín, piedrecitas, café, semillas, cajas, cascabeles, cucharas, tapaderas, rascadores, carracas, globos con arróz, tiestos, etc.
Algunos recursos:
  • Música Educa. Gran cantidad de juegos con muchos recursos musicales. En esta página los encontraréis clasificados por diferentes categorías: juegos auditivos, de memoria visual y auditiva, juegos de voces, etc.
  • Animal Sounds Game. Juego donde hay que identificar el sonido emitido con el animal.
  • Juegos para niños. Los sonidos de la casa, del campo, de la selva, del bosque, de la playa, del piano…

El sonido y el silencio.

Vivimos en un mundo  en el que el sonido o su ausencia tienen una enorme importancia. Los sonidos nos envuelven, nos rodean, forman parte de nuestra realidad. Encontramos sonidos significativos en la casa, el colegio, la calle, el campo… Estos sonidos definen situaciones, contextos, épocas, provocan tensión, relajación…
En la primera infancia el niño se encuentra enteramente receptivo a los estímulos sonoros del mundo exterior, que gradualmente se irán elaborando e integrando en la conciencia. La receptividad sensorial expresada a través de diversos medios: movimiento, gestos, lenguaje… evoluciona de forma muy significativa en los primeros años. La sensibilidad visual, auditiva y táctil hallan en el entorno el marco idóneo para su desarrollo.
Los niños  se acercan a los distintos sonidos de su realidad  más próxima, los perciben, experimentan con ellos, observan cómo existen características comunes y diferenciales entre los mismos… Desde pequeños van buscando con la mirada el sonido percibido, rechazan los sonidos estridentes o ruidosos, juegan a reproducir lo que han oído, reconocen pequeñas melodías y canciones, clasifican y ordenan  sonidos ejercitando con ello la  memoria auditiva…
Al mismo tiempo van descubriendo cómo forman parte y pueden ser protagonistas de su propio entorno sonoro puesto que, no sólo son receptores de sonido sino también productores.
Los elementos de la formación auditiva son el sonido (vibraciones u ondas sonoras percibidas por el oído) y el silencio (espacio de tiempo ausente de sonido). Debemos ayudar a los niños a descubrir estos elementos y experimentar con ellos.
El silencio forma parte de la educación de los sentidos. Es un acto de inhibición voluntario que detiene la actividad manifiesta exteriormente.  Podríamos definirlos como la ausencia total de sonido, aunque debemos saber que el silencio absoluto nunca llega a producirse, debido a que constantemente estamos rodeados de algún  tipo de sonido.
Éste ocupa un lugar privilegiado en la educación musical ya que proporciona vivencias, emociones, sentimientos, nos sirve como medio de expresión, nos permite concentrarnos en unos determinados estímulos y conseguir una mayor agudeza de oído.
En la educación musical podemos abordar el silencio desde una doble vertiente: llevando a cabo una interrupción más o menos prolongada del sonido, el canto o el instrumento y utilizando dicho silencio con algún significado expresivo.
Existen muchos juegos para experimentar con el sonido y el silencio, por ejemplo:
  • Bailar al ritmo de diferentes tipos de música y al parar convertirse en estatuas (inmóviles y en silencio).
  • Estar en silencio y hablar  cada vez un poco más alto, luego ir bajando el tono de la voz para llegar otra vez al silencio.
  • Reconocer sonidos producidos por objetos cotidianos (ruido de una puerta, el que se produce al ser arrastrada una silla), por elementos ambientales, por distintas partes del cuerpo…
  • Llenar una cesta con varios juguetes cuyo sonido pueda grabarse (por ejemplo: el llanto de una muñeca, el ruido de un tren, el botar de una pelota) a medida  que se oye el sonido de la grabación el niño buscará y colocará ordenadamente  el juguete correspondiente.
  • Identificar sonidos del entorno cercano y familiar, sonidos de instrumentos y reproducirlos.
  • Cantar canciones o recitar poesías donde una frase se diga en voz alta y otra en voz bajita…
Es importante que utilicemos la música en su totalidad, de sonido y forma, con los elementos y aspectos que la integran, ejercitando la atención y la memoria, los reflejos auditivos y motrices,  dando a cada uno de ellos el valor y la importancia que su significado representa. Así podremos descubrir las aptitudes musicales que los niños poseen pero que en muchas ocasiones permanecen ocultas en su interior y desarrollar su capacidad expresiva, favoreciendo de esta forma, sus facultades imaginativas y creativas.
Aquí os dejo una recopilación de sonidos para trabajar la discriminación auditiva.


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